Es necesario paliar el contrasentido que supone la existencia al mismo tiempo de excedentes
de alimentos y carencia de lo más necesario para tantas personas.
Las causas de la pobreza son muy variadas. El paro y el trabajo precario
son las más importantes, pero también las enfermedades, las injusticias, el analfabetismo, la inmigración o la vejez.
Desde la fundación del primer Banco de Alimentos en España hasta nuestros días hemos justificado nuestra
existencia actuando en beneficio de los más necesitados allí donde las Administraciones no han podido llegar. El Banco de Alimentos recoge alimentos por distintas vías que
posteriormente se distribuyen a entidades encargadas de repartirlos a las personas singulares.
El Código de Buenas Prácticas de los Bancos de Alimentos puede resumirse en diez puntos:
- Los
Bancos de Alimentos son apolíticos y aconfesionales.
- Los
miembros de los órganos de gobierno en ningún momento serán remunerados.
- El
porcentaje de personal remunerado será mínimo.
- Se
evitará la presencia de cargos públicos de especial relevancia en los Bancos.
- Los
alimentos que se reciben en los Bancos se destinarán a las entidades benéficas evitando otro destino.
- En
ningún caso se solicitará ninguna compensación económica ni directa ni indirectamente a las entidades benéficas a las que se atiende.
- El
destino de las donaciones se justificará documentalmente.
- La
satisfacción de los voluntarios y el adecuado ambiente de trabajo son objetivos de la organización.
- Se
cuidará especialmente la información y la participación de los miembros de la entidad.
- El
fomento del espíritu de solidaridad, sobriedad y consumo responsable son valores y objetivos de los Bancos de Alimentos.