Es necesario paliar el contrasentido que supone la existencia al mismo tiempo de excedentes de alimentos y carencia de lo más necesario para tantas
personas.
Desde la fundación del primer Banco de Alimentos en España hasta nuestros días hemos justificado nuestra existencia actuando en beneficio de los más necesitados allí
donde las Administraciones no han podido llegar. El Banco de Alimentos recoge alimentos por distintas vías que posteriormente se distribuyen a entidades encargadas de repartirlos a las personas
singulares.
El Código de Buenas Prácticas de los Bancos de Alimentos puede resumirse en diez puntos:
- Los Bancos de Alimentos son apolíticos y
aconfesionales.
- Los miembros de los órganos de gobierno en ningún momento serán
remunerados.
- El porcentaje de personal remunerado será mínimo.
- Se evitará la presencia de cargos públicos de especial relevancia en
los Bancos.
- Los alimentos que se reciben en los Bancos se destinarán a las
entidades benéficas evitando otro destino.
- En ningún caso se solicitará ninguna compensación económica ni
directa ni indirectamente a las entidades benéficas a las que se atiende.
- El destino de las donaciones se justificará
documentalmente.
- La satisfacción de los voluntarios y el adecuado ambiente de trabajo
son objetivos de la organización.
- Se cuidará especialmente la información y la participación de los
miembros de la entidad.
- El fomento del espíritu de solidaridad, sobriedad y consumo
responsable son valores y objetivos de los Bancos de Alimentos.